domingo, 27 de febrero de 2011

OBSERVACIÓN DESDE CHICLANA (CÁDIZ) EL 27-02-11


Después del viernes, quería aprovechar que teníamos el puente de Andalucía para salir a la Sierra a observar, pero hablando con mis compañeros que pudieron salir el sábado, me comentaron que la humedad ese día era considerable, y viendo la gran cantidad de nubes que venían, me decanté por irme al chalet de mis padres y ponerle el Meade LB de 12” a mis dos sobrinos de 4 y 6 años.

La verdad que ellos ya habían podido observar a través del 114 que tengo, pero nunca habían observado a través del telescopio más grande, el cielo que tengo en el chalet de mis padres ya no es el que era, y es que mis vecinos parece que le regalan la luz, porque hay una gran cantidad de focos que hace prácticamente imposible poder enseñar algo en condiciones.

Recuerdo cuando podía ver la Vía Láctea sin problemas a simple vista, y mis paseo a través de los prismáticos, pero ahora hay mucha más gente y cada uno ha puesto un foco en la entrada que alumbra a todos los vecinos, menos mal que tenemos la tapia, pero vamos, que ni por esas.

Lo primero que hice fue enseñar a los niños a observar por el telescopio, lo normal es que quieran tocar todo y poner las manos en el ocular, eso me fue fácil, quizás lo más complicado es que se aproximara al ocular sin mover el telescopio, especialmente para el de 4, pero bueno, al final si que lo conseguí.

La estrella de la noche, como no, el láser verde, que lo usaba para enseñar las pocas constelaciones que se podían ver a través del cielo que tengo allí, y luego pasé a poner algunos objetos.
El primero que les puse fue las Pléyades (M45), y es que a los niños les encanta ver estrellas brillantes, la verdad que fue uno de los objetos que más le gustó.

El siguiente que les puse fue la nebulosa de Orión, esta les costó un poco más trabajo de reconocer, pero al final si que me la describieron muy bien, y es que con unas cuantas nociones, al final si que logran observar el objeto que está puesto en el ocular.

También les puse tanto a M81 como a M82, esa si que les costó verla, pero bueno, creo que mi sobri de 6 años logró ver las dos pequeñas manchitas que se veían a través del ocular.
Les puse alguna que otra estrella brillante, que les llama la atención, y al final, las nubes hicieron acto de presencia, con lo que tuve que dejar la pequeña sesión astronómica de esa noche, pretendía hacer algún dibujo, pero bueno, al final esa noche no estaba para practicar astronomía, menos mal que me pude quitar el gusanillo el viernes.

Aunque no pude hacer astronomía, es una alegría ver a los niños empezar a interesarse por las observaciones, y de cómo ya te piden un telescopio para reyes o unos prismáticos, en fin, una pequeña crónica que me ha hecho mucha ilusión subirla al blog.